El Desierto de Salvador Dalí (firma paisajística cercana al Salar de Uyuni) destaca por sus formaciones rocosas caprichosas, colores rojizos y paisajes que parecen pintados por un artista.
Estas estructuras naturales, talladas por erosión, viento y agua, evocan formas surrealistas. El contraste tierra-cielo es muy fuerte en amaneceres y atardeceres.
No es solo paisaje: también es geología viva. Se organizan excursiones que incluyen caminatas, fotografía, y contemplación bajo cielos limpios.