Cerca de Uyuni se encuentra el famoso Cementerio de Trenes, donde antiguos vagones y locomotoras oxidadas recuerdan la época pujante del ferrocarril en Bolivia.
Este lugar fotogénico se ha vuelto punto obligado para viajeros, especialmente al atardecer, cuando los colores del metal contrastan con la planicie salina.
No solo es para fotos: el cementerio cuenta historias de transporte, abandono y adaptación climática, siendo testigo de cómo cambian las rutas con el tiempo.